
En tiempos aún no contados;
Dicen que vino a existir
Un poblado con ganado
A la orilla del veril.
Tienen nobles pensamientos
O al menos dicen fue así
Faltó cabeza precisa y
Las ganas de vivir.
No se trata de exigir
Ni de venganza pedir
Nadie puede en vida dar
Lo que no se puede amar.
No hay dicha más desdichada
Que tener y no entregar
Que cuando se nubla la vista
Es por las gotas que caen…
En la montaña maúllan
Cual penar en boca ruin
Garras tienen por entrañas
Teas que brillan cual candil…
Lo tratan de resolver
Con fuego vengador
A los que violaron la norma
De dar nueva concepción…
Placeres te pueden dar
O ritos del corazón
No hay ley que pueda imponerse
Al dictar de la pasión…
La turba juzga la vida
Los espejos no saben usar
No se puede ser canalla
Cuando se trata de amar…
Es posible que a lo lejos
En tierras de mares lejanos
Se disipe el veredicto
De jueces no habilitados…
Tiene la vida un destino
Tiene el destino que hagamos
Nadie puede luchar
Contra el sentimiento humano…
A Eugenio Hernández…